El webinar ‘Puesta en marcha de Green MiFID II’ reunió a varios expertos para analizar las ventajas y los puntos débiles de la reciente implantación de esta normativa que obliga a las entidades a integrar las preferencias de sostenibilidad en el proceso de evaluación de la idoneidad en las decisiones de inversión de los clientes.
“El asesor debe actuar con neutralidad para no influir en las decisiones del inversor en sostenibilidad”.
Fernando Zunzunegui
EFPA España celebró el webinar Puesta en marcha de “Green MiFID II” donde varios expertos en el ámbito de la sostenibilidad en banca y finanzas analizaron el papel de los asesores financieros con respecto a la trasmisión de la información al inversor en lo referente a la oferta de productos ESG y al cambio regulatorio producido desde la introducción de la normativa Green MiFID II. Dicha normativa, que entró en vigor el pasado mes de agosto, obliga a las entidades a integrar las preferencias en sostenibilidad de los clientes en el proceso de evaluación de idoneidad.
Es uno de los cambios más importantes de cara a las empresas y aunque aún existen muchos elementos desconocidos, se trata de un cambio normativo que ha venido para quedarse y evolucionar en mayor detalle, de modo que las entidades puedan adaptar las carteras y la oferta de productos, según sus preferencias en el ámbito de la sostenibilidad.
Josep Soler, Delegado Ejecutivo de EFPA España, fue el encargado de conducir el encuentro Online
Fernando Zunzunegui, coordinador de Regulación de EFPA España
Introdujo algunos aspectos sobre el marco legal, el origen de la sostenibilidad y de qué manera se quieren canalizar las inversiones hacia una economía sostenible, pero al mismo tiempo proteger al inversor. Zunzunegui explicó que:
“El plan de finanzas sostenibles se compone de dos piezas fundamentales: el reglamento de taxonomía y de divulgación y la reforma del sistema “Green” por finanzas sostenibles y “MiFID” porque se reforma el reglamento de 2017 para incorporar al test de idoneidad de aspectos financieros las preferencias de sostenibilidad”.
El experto añadió la importancia de que:
“El asesor actúe con neutralidad para no influir en las decisones del inversor e identifique aquellos conflictos de interés que puedan conducir al blanquero ecológico.”
Mariví Herrera, directora general de Abante Asesores
Se refirió al arduo trabajo que ha supuesto para las entidades introducir todos los requerimientos que implica la sostenibilidad.
“Estamos en constante adaptación de la normativa y cada adaptación te hace modificar todo lo que habías realizado previamente. Nos hemos encontrado con una ley que teníamos que cumplir en un determinado momento y sin unas directrices claras de cómo implantar las preguntas en el test de idoneidad”.
Herrera destacó también la importancia de adaptar los sistemas, la documentación, los procesos administrativos y la propia gestión de las personas y añadió:
“Nosotros ya hemos adaptado los test de idoneidad y los algoritmos para que ponderen en esos clientes que tienen preferencias en sostenibilidad y lo que sí nos sorprende un poco es que, una vez que le explicas al cliente lo que es la sostenibilidad, hay un porcentaje muy elevado -aproximadamente el 60%- que quiere que su cartera de inversión contemple temas de sostenibilidad”.
La representante de Abante también aludió a la importancia de la formación en el ámbito ESG.
“Hemos formado un comité de sostenibilidad, en el que los integrantes han realizado el curso EFPA ESG Advisor, formado por gente muy heterogénea dentro de la compañía. El fin es formarse para poder explicarle a los clientes en un lenguaje más sencillo todas las características técnicas de los productos sostenibles y sus implicaciones”.
Ángela Rodriguez, miembro del equipo de Inversiones de Abanca
Avanzó que:
“Los inversores delegan en la propia entidad los porcentajes de inversión sostenible en las carteras, aunque la UE es la región que más ha apostado por las finanzas sostenibles, los desarrollos técnicos al principio no estaban del todo claros”.
A este respecto, Rodríguez apuntó que:
“Esperábamos más sencillez para poder desarrollarlos de la mejor forma posible. En Abanca hemos intentado cumplir con la normativa de la forma más precisa, teniendo en cuenta todas las dudas que había”.
La experta coincidió con los demás ponentes en que:
“Lo primero y muy importante es explicar a los clientes qué es este proceso, qué son las preferencias de sostenibilidad, cómo se determinan y qué significado tiene responder de uno u otro modo”.
José Pons, responsable del modelo de Asesoramiento y Comercialización del departamento de ahorro e inversión del Banco Santander
Señaló la importancia de trasladarle al inversor esa inquietud en el dialogo comercial, con una oferta sólida de productos que ofrezcan características sostenibles. De igual manera, coincidió en que:
“El sector financiero debe adaptar las herramientas para que sea entendible y para ello es necesario claridad y transparencia en la regulación. Tendemos a simplificar sostenibilidad con temas medioambientales, pero también hay temas sociales y de gobierno que se hacen complejos a la hora de explicárselos al cliente. Los clientes nos preguntan si invertir en productos sostenibles va a limitar su inversión”
El experto del Banco Santander recordó que:
“Green MiFID II es una normativa que ha venido para quedarse y para evolucionar en mucho mayor detalle de lo que tenemos ahora. Esto va a madurar y hay que seguir reflexionando hasta que se convierta en un elemento estructural incorporado en el mercado financiero. Lo que se requiere es terminar las definiciones y los aspectos técnicos”.