Es bien conocido y generalizado el pensamiento que se tiene de las SICAV. Un activo con mala fama debido a su tributación del 1% sobre los beneficios, ventaja que utilizan muchos grandes patrimonios en nuestro país para pagar menos impuestos. Tanto es así que el Gobierno se plantea la eliminación de este vehículo de inversión. Pero, ¿es realmente merecida la mala fama de las SICAV?
¿Qué consecuencias tendría prohibir las SICAV en España?
La posición del Gobierno está dando mucho de qué hablar en el mundo de la inversión y está provocando la fuga de estos capitales, principalmente a Luxemburgo, porque allí se tributa al 0,01%. Además, son más laxos en exigencias, pertenecen a la unión europea (lo cual da facilidades) y varias cuestiones más que no son el objeto de este artículo…
Con todo el respeto a todas las opiniones, quiero dar un punto de vista diferente al que siempre escuchamos y lo haré con un ejemplo:
Supongamos una SICAV que gestiona 500 millones de euros y genera este año un beneficio de 50 millones. Los impuestos que pagará serán de 500.000 euros, el 1%, por supuesto un cantidad ínfima y ridícula en comparación a lo que pagarían el resto de sociedades general, al 28%.
Ahora bien, sigamos adelante en el proceso, ahora es el momento de que los socios de la SICAV puedan disfrutar de ese capital.
¿Qué sucede cuando se cobran los beneficios de una SICAV?
Al cobrarlo, ese capital genera un rendimiento del ahorro para el socio que tiene que tributar en función de la comunidad en la que se viva, pero que se encuentra en el Territorio Común entre el 19% y el 23%. Así que cuando cobran realmente ese capital, sí que pagan como el resto de los mortales.
Por supuesto, al ser una sociedad que paga un menor impuestos, reciben más capital. Pero para lo que sirve realmente la SICAV es : no recibir ese capital, mantenerlo en la sociedad y atrasar el pago de los impuestos. Simplemente, retrasarlo.
Está claro que se aprovecha la inversión de ese capital que no hemos tenido que tributar a tanto como los demás y que nos generará un mayor rendimiento… ¡Sí! ahora mismo lo tratamos.
Vamos con las conclusiones:
Conclusiones: por qué una SICAV tiene mala fama inmerecida
1.La SICAV, si lo pensamos bien, no es un vehículo tan exclusivo. Creo que la mayoría de nosotros los conocerá, o incluso tiene invertido parte de su capital en Fondos de Inversión.
Pues bien, cuando una persona invierte su capital en un Fondo de Inversión es como invertirlo en una SICAV.
Los beneficios, mientras no los saques, los tributas al 1%, igual que una SICAV. Y cuando los cobras, en Territorio Común, lo tributas entre el 19% y el 23%… ¡Igual que un socio de una SICAV!
No hay tanta diferencia, ¿verdad?… Y claro, aunque no sea tan conocido, al igual que pasa con los Fondos de Inversión, cualquier persona puede invertir en una SICAV: Cotizan en el mercado y las puedes comprar igual que un Fondo de Inversión. Incluso a través de tu entidad bancaria.
Es decir, que no está sólo al alcance de los ricos, como he escuchado decir alguna vez…
El fraude no está en la tributación, sino en los “mariachis”
La segunda conclusión es: no se debería atacar tanto a las SICAV por el tema de la tributación. Sin embargo, sí estoy en desacuerdo y habría que supervisar mejor el asunto de los “mariachis”.
2.Todas las SICAV tienen la obligación de tener 100 socios. Generalmente, se utilizan “personas de paja” para que simplemente pongan su nombre y ya está. Entonces, no hay un control exhaustivo en los socios de las SICAV: de quien entra, sale, o de dónde vienen los capitales. Lo cual sí que lleva a un fraude.
3.Por último, viendo que no hay tanta diferencia en su tributación respecto a otros vehículos que todos utilizamos (aunque sea el 1% de tributación). Es mejor mantenerlos que dejar que marchen a otros países. Al fin y al cabo, son 31.000 millones de euros bajo gestión de las SICAV que perderíamos.
Y tampoco olvidemos que cuando lo quieran cobrar sí que tributarán entre el 19 y el 23%, por lo que no creo que el Gobierno debiera quitar las SICAV.
Sin más, quisiera agradecer a todos los que hayan dedicado unos minutos a leer este artículo. Espero que os haya resultado interesante y dejéis un comentario. Un saludo,