Las personas somos muy básicas en muchos aspectos de nuestra vida. Actuamos por inercia diaria, como si la energía cinética de los hábitos rutinarios nos empujara por el día hasta llegar a nuestra cama por la noche de jornada en jornada. Son mecanismos, ahora lo veremos, que tienen que ver con el tiempo y el miedo a lo desconocido.
Repetimos actos automatizados en nuestro subconsciente, movemos la cuchara del café siempre igual, nos atamos los cordones de la misma manera, llegamos al trabajo conduciendo sin habernos fijado en el trayecto.
Qué son el miedo y el tiempo para nuestro cerebro
También tenemos una especie de formateado de nuestra memoria a corto, medio plazo. Son mecanismos necesarios para nuestra supervivencia emocional. Nos permiten avanzar sin que un hecho negativo del pasado nos impida continuar con nuestra vida, bloqueándonos en esa circunstancia concreta. Además, nos liberan neuronas para realizar varios procesos mentales a la vez.
Sin embargo, también nos provocan repetir errores inconscientemente. Si esos comportamientos erróneos se dan en el ámbito de nuestra rutina financiera… ¡Estamos “apañados”! Porque estaremos abocados a repetir una y otra vez el mismo error cuando manejemos nuestros ahorros o inversiones.
A estas alturas se estará usted preguntando que qué tiene que ver todo esto con el tiempo y el miedo a lo desconocido. No se impaciente que enseguida verá la lógica del asunto.
Cómo el tiempo y el miedo construyen nuestros hábitos financieros
Nuestras costumbres financieras son consecuencia de nuestros hábitos financieros y éstos lo son a su vez de los hábitos de nuestro entorno. Es decir, repetimos lo que hemos aprendido de nuestros allegados, parientes y amigos.
Si este entorno carece de una cultura financiera avanzada, lo normal es que nosotros tampoco la tengamos.
Uno de los conceptos más importantes para un profano en inversiones es el tiempo.
Para la mayoría de los españoles (ponga la nacionalidad que quiera, es una verdad universal) un año es mucho tiempo y lo entiende como largo plazo. Sin embargo, un año es considerado en términos financieros un período muy corto, un período característico de las inversiones en liquidez, operaciones de intercambio económico consideradas inmediatas o de rápida transacción. Ya sólo este concepto erróneo provoca que cometamos una infinidad de equivocaciones a la hora de conservar y hacer crecer nuestros ahorros.
La falta de conocimiento, una de las principales causas del miedo
El otro concepto, muy relacionado con la falta de conocimiento -es decir, por la falta de información veraz, de datos reales- es el miedo a lo desconocido.
Como el futuro es una convención social sobre lo que se entiende que puede suceder en un tiempo más lejano de nuestra edad. Es decir, distanciado del momento en el que estamos, y que es una incógnita impredecible, lo normal es que nuestra mente animal bloquee cualquier decisión que implique una resolución lejana de la misma. La sensación que tenemos es de miedo.
Este proceso subconsciente y reptiliano sólo es posible romperlo con la posesión de certezas científicas y racionales. Datos, estadísticas y tendencias globales nos permiten analizar esas incógnitas y evolucionar hacia comportamientos mucho más intelectuales.
Alguien tiene miedo de una persona de otra raza por el desconocimiento de su existencia. Creemos que un curandero hace milagros porque no conocemos los principios científicos y la sabiduría que atesoran sus prácticas milenarias con hierbas y ungüentos. Lo mismo sucede con los mercados, las inversiones y el interés compuesto.
Conclusión: el papel del tiempo y el miedo en tus finanzas
Hasta que una persona no comprende el concepto de tiempo financiero, no aprende:
- Cómo se relacionan los diversos actores que interactúan en los mercados
- No ve la diferencia entre interés simple y compuesto
- Ni entiende que una IPF, un depósito o la compra de un bono son préstamos y no inversiones, y otro montón de términos y procesos…
- Tampoco estará preparada para dejar de estar asustada y podrá establecer una estrategia de ahorro y de inversión que le dé resultado. Con la que se encuentre cómoda.
Nuestra labor como Family Banker es enseñar y acompañar en este proceso a nuestros clientes. Convertimos miedos en certezas.
¿Cuáles son tus miedos? ¿Tienes claro que cuanto antes te pongas a ahorrar antes mitigarás tus necesidades futuras? ¿Cuáles son tus metas?
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