Igual que con el cuento del lobo, llevamos muchos meses viendo cómo los mercados se bambolean al son de los anuncios: “¡que viene el Brexit blando!”, “¡que viene el Brexit duro!”
En cualquier caso, se trata de una ruptura y, como me dijo un médico una vez, los huesos se rompen o no se rompen, pero no hay punto intermedio… Yo me iría preparando para el peor de los escenarios.
En esa misma línea, la dura, se empiezan a mover por las altas esferas, ya que el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo (BCE) anunciaron una línea de liquidez mediante la cual se tomarán prestados euros, en caso de necesidad, para las entidades financieras británicas.
Así que, si ya se están poniendo la venda éste tipo de instituciones, ¿A qué esperamos nosotros para tomar posiciones en nuestras carteras?
Los movimientos de Europa respecto al Brexit
Los economistas, los asesores, debemos esforzarnos por interpretar las señales que nos están lanzando los mercados e intentar anticiparnos a los acontecimientos. En ningún caso debemos tener miedo de ir a contracorriente, o ser unos aguafiestas. No podemos escudarnos en que pase lo que pase “ya lo está descontando el mercado” y mirar para otro lado para que siga la fiesta.
- ¿Estamos viendo cómo, una y otra vez, el BCE retrasa el momento de anunciar la primera subida de tipos en años? tenemos que relacionarlo con síntomas evidentes de debilidad
- Si vemos que el señor Draghi ya no sabe qué inventar para dotar al mercado de liquidez y está buscando otra fórmula de TLTRO, tenemos que pensar en fragilidad
- Y si, al mismo tiempo, estamos viviendo unos YTD en los parqués europeos por encima del 8%, algo nos tiene que empezar a oler a chamusquina
Es cierto que, en un mundo tan globalizado, el hecho de que USA y China acerquen sus posturas comerciales, es suficiente para animar al resto de los mercados. Pero, más allá de los acuerdos, caprichos y declaraciones de Trump, tenemos que ver lo que es evidente:
Mientras que las ventas en Europa han crecido un 5%, el BPA de las empresas ha caído un 1%. Los márgenes se acortan.
Y si vemos, por otro lado, que la demanda de oro se ha incrementado en un 4%, tampoco debemos pensar que es casualidad. Alguien más esta empezando a oler la misma chamusquina. Así que insisto, ojo con unirse a la fiesta porque las luces de la discoteca están a punto de encenderse y podemos ver caras muy desencajadas.
Conclusión: Cómo tomar posiciones en nuestras carteras respecto al Brexit
Para lidiar con ésta situación, es fundamental hablar con el cliente. Hacerle partícipe de un posible escenario menos favorable, sin transmitirle pánico. Conseguir que valore nuestro punto de vista, que vea una gama más amplia de colores en la paleta. Para ello, le comentaremos qué valores podrán verse más afectados:
En el caso del IBEX, con exposición UK (riesgo mercado y divisa): Banco Santander, Telefónica, Iberdrola o Ferrovial
Lograremos que, como siempre, vea que la decisión es tomada con su conformidad. Es decir, que sienta que ha saboreado su decisión, lo cual favorecerá a su futura digestión de los resultados, y a la nuestra.
Sé que es duro decirle a un cliente que posiblemente este recuperando en 2019 lo perdido en 2018, que es mejor recoger y lavar la ropa. Pero es importante, al menos, que sea consciente de que puede estallar una bomba. Algo de lo que son conscientes los mercados desde hace tiempo, y cuya mecha podría ser el Brexit. Eso sí, sin importar el apellido, duro o blando.
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Luís Lafarga Campomanes, asesor financiero European Financial Advisor (EFA)