Julián Aniel-Quiroga, Gestor de Patrimonios en Atl Capital y asociado de EFPA España (EFA), se convirtió en uno de los ganadores de la tercera edición del concurso Asesor Top organizado por Finect. “Estamos ante una situación social y económico-financiera que requiere estar en constante adaptación regulatoria y reposicionamiento de las carteras ante las fluctuaciones de los mercados. Por lo que ahora los inversores valoran el asesoramiento de calidad y consecuentemente, lo demandan.”
¿Cómo ha evolucionado la profesión de asesor financiero en España desde que empezaste tu carrera profesional? ¿Crees que ahora está mejor valorada por la industria y los propios clientes?
La profesión en sí no ha cambiado, lo que ha variado es la manera de relacionarse, como consecuencia de la pandemia las videoconferencia con clientes que antes eran residuales, ahora se han convertido en habituales. Sin duda, sí. Estamos ante una situación social y económico-financiera que requiere estar en constante adaptación regulatoria y reposicionamiento de las carteras ante las fluctuaciones de los mercados. Por lo que ahora los inversores valoran el asesoramiento de calidad y consecuentemente, lo demandan.
¿Cuál es la clave para ofrecer el mejor asesoramiento a clientes en momentos de tensión como los que hemos vivido en el último año a raíz de la crisis del COVID-19?¿Existe una fórmula mágica para contener el pánico de los clientes en esas situaciones?
Para no verse en situaciones de tensión, es indispensable revisar las necesidades y objetivos individuales de cada uno de ellos previamente a plantearle cualquier cartera de inversión. Desafortunadamente, no existe ninguna fórmula para la gestión de las emociones, pero desde mi punto de vista, la formación individual y la experiencia del equipo que te rodea, son fundamentales en este aspecto.
De tu experiencia en el trato diario con clientes, ¿Cuál consideras que es su principal preocupación con respecto a sus inversiones? ¿Estáis notando un mayor interés por su parte por conocer y entender los principales conceptos fundamentales a la hora de tomar una decisión de inversión?
La disposición diaria de sus inversiones. Tras la pandemia, las situaciones profesionales y familiares pueden verse muy rápidamente alteradas, por lo que disponer de un valor liquidativo diario transmite mucha tranquilidad. Desde luego, desde la llegada de MIFID II ha obligado a entidades y a clientes a dedicar un tiempo extra en conocer los bien las características de cada uno de los productos ofrecidos.
¿Cuál es la clave para que el ahorrador entienda que, en el escenario actual, resulta necesario adoptar algunos riesgos para obtener rentabilidades? ¿Estas circunstancias están ayudando al inversor español a adoptar un perfil más dinámico o por el contrario se muestra cada vez más conservador?
Cada uno de los ahorradores debe de saber cuál es su “umbral del riesgo” tanto psicológico, como numérico. Este puede ser uno de los temas más tratados en la industria. No siempre asumir un mayor nivel de riesgo conlleva a una mayor rentabilidad, creo que a día de hoy es más importante dotar del plazo necesario a las inversiones antes que hablar de niveles de riesgo.